La obra de Cuerres ha sido la más laboriosa a la que, hasta este momento, nos hemos enfrentado. Han sido cuatro meses de duro trabajo pero creemos que, a la vista del resultado, ha merecido la pena.
A continuación, os presentamos un resumen fotográfico de las principales labores que hemos llevado a cabo.
Exterior: fachadas y tejado.
Hemos limpiado y saneado la cubierta, arreglado las fachadas, colocado nuevas ventanas, barnizado puerta principal y portón y pintado de otro color las fachadas.
Piso superior:
Aquí, también hemos trabajado un montón. Nuestra labor ha consistido, primordialmente, en:
1.- Paredes: quitar la carga de algunas paredes para sacar la piedra, limpiarla y lucirla; en otras, se ha saneado, cargado, y pintado; en la pared del fondo, se ha realizado un trasdosado que se lució y pintó para dar uniformidad con el resto del conjunto.
2.- Suelo: En las dos habitaciones del fondo, se sustituyeron los pontones estropeados y se tilló el suelo. Se barnizó. Se sustituyeron los peldaños de acceso a esta zona. El suelo de la sala principal permanece en su estado primitivo, así como la escalera de acceso.
3.- Techo: al techo de la sala principal se le dio una mano de barniz para eliminar humedades y lograr uniformidad con el conjunto.
4.- Ventanales: se sustituyeron los dos balcones existentes así como varias de las ventanas.
Planta baja:
Nuestros principales objetivos para el piso inferior eran la habilitación de una nueva cocina, puesto que la vieja estaba inutilizada, y la creación de un aseo accesible, así como el saneamiento y pintado de todas las paredes. También cambiamos la entrada a la zona de bar que se encuentra en esta misma planta y que no tocamos.
Y, por último, también procedimos a la instalación de una fosa séptica.